El voluntariado virtual frente al presencial

El voluntariado virtual frente al presencial, ¿cuál se adapta mejor a ti?

El voluntariado es una actividad noble que permite ayudar a personas o causas necesitadas. El voluntariado es una actividad que permite apoyar causas sociales y ambientales, aportando nuestro tiempo y esfuerzo de manera desinteresada. Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día existen dos modalidades principales para ejercer el voluntariado virtual y presencial.


El voluntariado presencial implica acudir físicamente a realizar labores benéficas. Esto permite un contacto directo con las personas o situaciones que se desea apoyar. Por ejemplo, servir comida en un comedor social, visitar a ancianos en un asilo o limpiar playas y bosques. La interacción cara a cara con la población beneficiada puede ser muy enriquecedora a nivel humano. Además, al ver los frutos del trabajo voluntario in situ, se siente mayor satisfacción personal.


Sin embargo, el voluntariado presencial también tiene desventajas. Requiere trasladarse a los lugares donde se realiza la labor, lo que implica tiempo y costes de transporte. Además, algunas iniciativas pueden ser peligrosas, como apoyar en zonas de guerra o de desastres naturales. Finalmente, no todas las personas tienen la disponibilidad horaria para compromisos presenciales fijos con una organización benéfica.


Ante estas limitaciones, ha surgido en los últimos años el voluntariado virtual. Este se realiza totalmente online, sin necesidad de desplazamientos físicos. Las tareas pueden ser tan variadas como impartir clases virtuales, moderar foros de apoyo emocional, realizar traducciones o escribir para webs de causas solidarias. Lo bueno es que se puede colaborar desde cualquier lugar y en los horarios libres de cada persona.


Aunque el voluntariado virtual ha surgido como una opción flexible para contribuir a causas solidarias, también presenta ciertos aspectos negativos que es importante conocer. 


Una de las principales desventajas es la falta de contacto cara a cara con las personas o comunidades beneficiadas, lo cual dificulta generar lazos humanos cercanos o ver en directo el impacto de las acciones realizadas a través de una pantalla. Esto puede reducir la motivación a largo plazo. 


Otro punto débil es que se requiere mucha autodisciplina y organización para cumplir con las tareas acordadas en los horarios establecidos, ya que el voluntario virtual actúa solo desde su hogar u oficina. Las múltiples distracciones del entorno y la tentación de procrastinar son mayores. 


Además, esta modalidad depende totalmente de tener acceso a dispositivos electrónicos adecuados y conexión a internet estable, recursos que no están al alcance de todos. Realizar actividades frente a una computadora por mucho tiempo también puede generar cansancio mental y otros problemas asociados al sedentarismo. 


El voluntariado virtual dificulta aplicar habilidades que requieren contacto físico directo con otras personas. Asimismo, deja fuera a quienes no se sienten cómodos utilizando la tecnología.


 Si bien cada pequeño aporte suma, los resultados que se perciben suelen ser menos tangibles e inmediatos que en experiencias presenciales. Por último, el entorno digital expone al riesgo de encontrar información falsa o poco confiable sobre las causas que se desea apoyar. 


En definitiva, el voluntariado virtual es una alternativa válida, pero no hay que idealizarla demasiado, ya que presenta retos y puntos débiles que es necesario compensar para garantizar un verdadero impacto positivo en los demás.


En este artículo vamos a explicar, ¿cuál modalidad de voluntariado se adapta mejor a ti? 


Esto va a depender mucho de tus circunstancias y personalidad. Lo ideal es combinar ambas variantes y sacar lo mejor de las dos. El voluntariado presencial aporta humanidad y resultados tangibles, mientras que el virtual da flexibilidad e incluso puede realizarse desde casa.


Si tu tiempo es limitado por trabajo o familia, el voluntariado virtual te permitirá colaborar en tus horarios disponibles sin moverte de tu computadora. Incluso una hora a la semana ya marca la diferencia. Existen plataformas que conectan con múltiples causas para elegir el área de tu interés.


Si tu empleo te permite cierta flexibilidad horaria, puedes complementar con voluntariado presencial en tu tiempo libre. Escoge causas que te apasionen para entregar lo mejor de ti cuando estés en el lugar. Posiblemente, descubras nuevas habilidades y talentos que no conocías.


Lo importante es que el voluntariado, sea presencial o virtual, se adapte a tus intereses y posibilidades actuales. Con compromiso y constancia marcarás una huella positiva en la vida de otros, tu comunidad y el medio ambiente. Y sin duda también enriquecerás tu vida como persona. 

Pros del voluntariado virtual

El voluntariado virtual ha crecido rápidamente en los últimos años, especialmente desde la pandemia de COVID-19. A medida que salimos del encierro y potencialmente volvemos a entrar en él, vale la pena comparar las ventajas y desventajas del voluntariado virtual frente al voluntariado presencial.


El voluntariado virtual permite a las personas poder completar tareas de voluntariado de forma remota a través de Internet. Ambos tienen muchos beneficios, pero puede depender de tu estilo de vida y lo que quieras obtener de la experiencia. Algunos pueden pensar que el voluntariado presencial es la única forma en que puedes ver el impacto que estás generando, pero el voluntariado virtual también permite esto. Si bien algunas personas están mejor adaptadas para el voluntariado cara a cara, otras pueden encontrar que el voluntariado virtual es la mejor manera para ellos de involucrarse.


Algunas de las ventajas que podemos destacar del voluntariado virtual son:


  1. Accesible

El voluntariado que se lleva a cabo online permite que cualquier persona, en cualquier lugar, se involucre. Anteriormente, el voluntariado presencial podía tener barreras que impedían a las personas involucrarse con el voluntariado, sin embargo, el voluntariado virtual ayuda a reducir la cantidad de estas. Todo lo que necesita es una computadora portátil con buena conexión a Internet, esto significa que el alcance de los voluntarios es mucho mayor. Con personas de todo el mundo haciendo voluntariado juntas, realmente permite a las personas desarrollar su perspectiva global.


  1. Eficiente en tiempo

El voluntariado presencial requiere una cierta cantidad de viaje hacia la ubicación del voluntariado. Cuando el voluntariado se realiza virtual, esto se elimina por completo, lo que hace que el voluntariado sea menos exigente en cuanto al tiempo para muchos voluntarios. El voluntariado virtual a menudo es muy flexible, lo que lo hace aún más fácil de involucrarse, puede encajar el voluntariado en su horario.


  1. Basado en habilidades

Muchas de las oportunidades de voluntariado online se basan en habilidades, esto tiene la ventaja de no solo facilitar el voluntariado de sus habilidades si ya es un experto en un campo específico, sino que también le permite desarrollar nuevas habilidades sin tomar clases para hacerlo si aún no tiene esas habilidades. Esto también le permite desarrollar habilidades personales y recibir comentarios en un entorno relativamente seguro.


  1. Diversidad de Proyectos

El voluntariado virtual abre un abanico de oportunidades en una amplia gama de áreas. Desde proyectos de desarrollo tecnológico, pasando por la educación hasta la conservación ambiental, hay opciones para todos los gustos e intereses. Esta diversidad permite a los voluntarios encontrar causas que resuenen profundamente con sus valores personales y áreas de interés, ofreciendo una experiencia más significativa y personalizada.


  1. Impacto Global

A diferencia del voluntariado presencial, que generalmente se limita a la comunidad local o regional, el voluntariado virtual permite a los individuos contribuir a proyectos en cualquier parte del mundo. Esto no solo amplía el impacto de sus esfuerzos, sino que también proporciona una valiosa perspectiva global, fomentando un sentido de conexión y solidaridad con comunidades y causas internacionales.


En conclusión, el voluntariado virtual y presencial ofrecen beneficios únicos y satisfactorios. La elección entre uno y otro dependerá de tus circunstancias personales, tus habilidades y tus intereses. Lo más importante es dar el paso y comenzar a contribuir, en la modalidad que sea, al bienestar de las comunidades y al mejoramiento del mundo.



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